Walt Whitman dijo :
¨Somos seres llenos de pasión
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa¨.
Esto es especialmente cierto con un grupo de unas 200000 personas que desde hace unos 40 años huyeron para salvar su vida del que fue su país, el Sáhara Occidental .
Después de ser abandonados por unos ..perseguidos por otros y ignorados por la mayoría viven o malviven más bien como refugiados en campamentos en Argelia, que les permite vivir en la Hamada «el desierto de los desiertos «cerca de Tinduf .
Cuando se acerca el verano, los niños, en especial hasta los 14 años empiezan a visualizar su oasis particular, ya que organizaciones se dedican a traer a grupos de esos niños a distintas ciudades de España a pasar el verano.
Son recibidos en familias con hijos que los acogen voluntariamente, dándoles en esos meses de verano experiencias inolvidables que serían imposibles para ellos en los campamentos del desierto.
Cosas como ver el mar, un grifo con agua o simplemente una cama, les hace gritar de emoción. Ademas de regalos, ropa y atención médica, con revisiones médicas completísimas, que muchas veces son vitales para ellos y que en su campamento son imposibles de recibir.
La experiencia acaba siendo realmente enriquecedora para todos, los niños saharauis, las «familias adoptivas » y también para los hijos de esas familias, porque comparten sus cosas, aprenden a valorarlas y por supuesto a no darlas por sentado.
Al finalizar el verano, se han establecido unos lazos de afecto entre la familia y los niños inmensos ; así que las despedidas suelen ser muchas veces muy duras por las dos partes, pero inevitables.
El acarrear las maletas repletas de ropa en especial de invierno para soportar las bajas temperatura del desierto por la noche, el griterío de los niños, los abrazos, besos, las lágrimas y la promesa de un reencuentro futuro en alguna de las caravanas de ayuda por parte de la familia adoptiva suele poner fin a la hermosa experiencia .
Pero y después que?
Vuelta a la realidad …..se les devuelve al desierto a la jamada, allí en medio de la nada, en medio de un grupo de jaimas y casas de adobe, bajo un sol abrasador por el día y un frío helador de noche .
Atrapados en el pasado y esperando un futuro que no llega.
Me decía una conocida que acogió a un niño saharaui que su experiencia no había sido del todo positiva ; había alojado a un niño » hijo de mártir » así llaman a los niños que han perdido a alguno de sus padres del frente polisario en su lucha con Marruecos . El niño parece ser que era un pequeño dictador ; al ser huérfanos esos niños quedan al cuidado del grupo, quien tiene la obligación de cuidarlos y protegerlos y muchas veces mimarlos ,así que era un niño que les exigía de todo.
Porque ? quería volver a la Hamada llevando mas regalos que ninguno, ya que la vuelta a los campamentos era vivida a veces como una pequeña competencia entre estos niños. Viendo eso a veces me pregunto si lo que hacemos realmente al final es ayudarlos.
Últimamente las ong están ayudándolos in situ, creando hospitales y centros de salud allí donde viven, formando enfermeras y matronas para realmente ayudarlos allí, porque si no, creo que les prometemos un oasis, dándoles simplemente un espejismo .
Es bueno recordar aquello de no dar el pez, si no enseñar a pescar.
María José Used
8 mayo 2017